El postoperatorio es rápido e indoloro. Los puntos se quitan a la semana. Generalmente no aparecen hematomas y la inflamación es mínima. La cicatriz se hace invisible rápidamente.
El labio puede estar inflamado, tirante y rígido unos días. Se pueden manifestar algunas molestias al comer o hablar, las cuales no van más allá de una semana.