El lifting de brazos consiste en despegar y traccionar la piel sobrante de la cara interna del brazo eliminando la flacidez cutánea y mejorando su silueta. La incisión se realiza a nivel de la axila y se prolonga hacia la cara interna del brazo. Su longitud depende de la cantidad de piel que hay que eliminar, intentando que sea lo menos visible posible.
Previo estudio pre-anestésico, se suele utilizar anestesia local bajo sedación profunda que garantiza la máxima seguridad y una recuperación rápida que permite, en la mayoría de los casos, el alta hospitalaria al día siguiente a la intervención.