Consiste en administrar mediante pequeñas infiltraciones una mezcla de sustancias reafirmantes y lipolíticas (como el Aqualix) en la dermis y en el tejido subcutáneo. El Aqualix es una solución microgelatinosa a base de desoxicolato de sodio (también conocido como ácido desoxicólico o Aqualix) capaz de actuar como detergente contra la grasa. Se inyecta directamente en el tejido adiposo y licua progresivamente el adipocito hasta que los lípidos se eliminen de forma natural a través del sistema linfático.
Estas infiltraciones logran una disminución progresiva de las áreas problemáticas, ya que al actuar directamente sobre el tejido adiposo liberan el exceso de grasa y toxinas. La mesoterapia es una técnica molesta pero no dolorosa.
Una de sus ventajas más significativas es que, además de obtener notables resultados, la duración de las sesiones resultan breves y sencillas. Aunque muchas personas ya notan cambios a partir de la primera sesión, suelen ser necesarias un mínimo de 4 sesiones de mesoterapia. El médico especialista será quien haga la recomendación personalizada.